Estábamos decididos a que el foco de crimen y criminólogo se posase para esta nueva entrada en el que dice ser “el mejor asesino del mundo”, Anatoli Onoprienko. Una nueva biografía a desarrollar, un nuevo perfil que analizar, una nueva infancia que contar. Eso es. Exacto. Una nueva infancia que contar. En ese momento, con esa idea en la cabeza, decidimos parar, reflexionar y cambiar de rumbo. Hoy preferimos resaltar la importancia de la familia en la infancia.
Como primer grupo de referencia, la familia emerge como objetivo fundamental a tener en cuenta en el análisis de la delincuencia. Porque no sólo es un importante agente de socialización, también puede estar facilitando la formación y mantenimiento de comportamientos delictivos. La familia es el molde en el que han de moldearse muchas de las características de la persona.
Los asesinos generalmente presentan problemas familiares. Suelen vivir hechos traumáticos, observar como su madre recibe malos tratos o como los sufren ellos mismos en persona. Son usualmente víctimas de abuso sexual provocados por personas fuera de su entorno, aunque también se han documentado casos por personas cercanas al núcleo familiar.
Su infancia se desenvuelve en medios donde hay violencia, problemas de alcohol, y en algunos casos los progenitores sufren trastornos. También es frecuente el contacto con la prostitución.
Todos estos factores facilitan a que el menor se aleje y cree su propio mundo y pierda el contacto con la realidad. La consecuencia: el desarrollo de un comportamiento desviado, alejado de parámetros sociales adecuados.Los primeros delitos que tienden a cometer estos menores son: el hurto y las agresiones.
Francisco Garcia Escalero, hijo de padres agricultores con poco nivel cultural. El ‘matamendigos’ vivió bajo una disciplina basada en el castigo, con escasa demanda y bajas expectativas sobre él, poca preocupación por el rendimiento escolar, falta de comunicación, rechazo, violencia familiar, etc.

Tras aquello, sus hermanos, mayores, se van de casa y Andrés se queda solo con el padre. Pocos años después, con 15, se trasladan padre e hijo a vivir a un paraje solitario en el bosque. Pierde a sus amigos, su novia y su entorno habitual. No conseguía hacer nuevas amistades y termina aislándose.
Alexander Pichushkin comenzó a recorrer desde su infancia todas las etapas que predicen un potencial psicópata. Empezando por el apellido (pajarito, traducido al español) y los problemas que le acarreó a la hora de relacionarse con otros niños. Siguiendo por un fuerte golpe en la cabeza que sufrió cuando contaba con cuatro años de edad y que le causó daños cerebrales. Continuando con una infancia en una familia desestructurada con un padre alcohólico que les abandonó cuando tenía nueve años de edad.
Alfredo Galan, los profesores lo recuerdan como un estudiante “más bien malo” e introvertido, aunque con una conducta correcta . Aficionado al alcohol, huérfano de madre, tiene cuatro hermanos.

Infinitas infancias de asesinos con un punto en común: una niñez igualmente difícil en cada uno de los casos. Ahora bien, el aspecto familiar es muy importante como hemos podido comprobar, pero cabría subrayar unas palabras del profesor Vicente Garrido que tratan de dar respuesta a uno de los grandes enigmas que flotan en el ambiente criminológico. ¿El asesino nace o se hace? “Qué duda cabe que hay una predisposición; en algunos sujetos no es necesario que el ambiente colabore, su tensión es suficiente para que llegue al crimen. En otros casos un ambiente embrutecedor o pernicioso puede ser igualmente necesario para que esa tendencia cristalice en un comportamiento homicida”, respondió.
Muy interesante el artículo graciaas :) y que bueno es Vicente Garrido
ResponderEliminaryo creo que el asesino lo hace uno o lo prepara uno mismo como padre o madre ya que no contamos con la suficiente madures para educar a los niños y lo queremos convertir en adultos antes de tiempo.... creo que mas que pese en nuestra consciencia si hicimos algo mal hay que entrar en razón y pensar si estamos creando un asesinos, porque lo que mas afecta es el entorno familiar.... he dicho
ResponderEliminarMuy interesante el artículo.
ResponderEliminarSupongo que habrá casos y casos. Una familia
desestructurada y elmaltratoes una posible
causa pero habrá
casos en los que la busqueda de sensaciones
nuevas puede llegar a formar a un asesino.
Gracias por vuestros comentarios.
ResponderEliminarCabe destacar, que no todos los niños que vivan dentro de una familia desestructurada,alcohólica, con problemas económicos y en la que exista maltrato,vayan a convertirse en asesinos.
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ResponderEliminarNo todos los niños que han vivido en familias sin estructuras, con padres alcohólicos, que han sufrido maltratos físicos o abusos sexuales,se convierten en asesinos. Pero en su historial, la mayoría de los asesinos seriales, presentaba esa característica.
ResponderEliminarEl comentario del amigo Norbeto López Camelo es muy acertado ya que esto tiene que ver con lo que se conoce en Criminología como "Factores Criminógenos". Dichos factores solo son elementos que facilitan la aparición de una conducta desviada o delictiva, pero en ningún momento se puede hablar en sentido determinista. Es por esto que una persona inmersa en múltiples factores criminógenos no necesariamente se convierte en un criminal.
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